La inclusión es “Proporcionar a cada niño el tipo de educación más apropiada en el entorno menos restrictivo. Buscar alternativas capaces de ayudar a los profesores comunes a satisfacer las necesidades de sus alumnos. Unificar las técnicas y las estrategias de educación especial y común, de manera que todos los niños puedan tener las mismas oportunidades educativas”.
Decimos que sí a la inclusión cuando aporta una calidad. Creemos en ella cuando ofrece resultados favorables y no cuando restringe más a la persona. Nuestra experiencia parte de aquellas personas que por sus necesidades no tienen acceso a espacios en los que compartir momentos con sus iguales. Dentro del TEA nos encontramos personas con necesidad de un apoyo generalizado y permanente. Estas necesidades de apoyo derivan en una enseñanza especial e individualizada que prima ofrecer las máximas oportunidades para su mayor desarrollo a nivel global. Por este motivo, a nivel comunicativo y social hay que dotar a la persona de experiencias que fomenten este crecimiento. Estas experiencias han de ser confortables y agradables, además de funcionales.
Nuestra experiencia se realiza en colaboración con el Centro Educativo Cristóbal Colón y participan alumnos/as que por sus necesidades educativas de apoyo específico no tienen acceso a una enseñanza ordinaria.
Todos los alumnos de la unidad acuden los viernes por la mañana al Centro Ordinario y son incluidos en una actividad de Educación Física gamificada que organiza el propio centro. Acompañados siempre por nuestros profesionales cualificados, los cuales se encargan de favorecer las interacciones entre los participantes. El propósito que se persigue con este programa es el de mejorar la comunicación social de nuestro alumnado, a través de una práctica vivencial de habilidades sociales básicas, poniéndolas en funcionamiento en situaciones y escenarios reales. Se realiza un diseño de enseñanza que proporciona las ayudas y apoyos extraordinarios para participar y avanzar en sus aprendizajes. De esta manera se fortalece el desarrollo íntegro del alumnado y se promueve además en la comunidad educativa la aceptación y sensibilización hacia la diversidad.
Con este programa, por un lado, las personas con TEA han manifestado más espontaneidad en las interacciones sociales aumentando éstas tanto en cantidad como en calidad, por otro lado, los alumnos del centro ordinario van desarrollando habilidades para aprender a comunicarse y relacionarse con una persona con TEA, se han creado actitudes positivas hacia las personas con autismo